Ficha
- Titulo original: Sideways
- Dirección: Alexander Payne
- Género: Comedia dramática
- Protagonistas: Paul Giamatti - Thomas Haden Church
- País: Estados Unidos Año: 2004
- Duracion: 121'
- Elenco: Virginia Madsen - Sandra Oh
- IMBD
- Disponible en:
- Tipo: Película
Ficha
Resumen
Miles (Paul Giamatti) es un escritor frustrado en plena depresión; Jack (Thomas Haden Church) es un actor de televisión que está a punto de casarse. Juntos parten en un viaje por los viñedos de California con la intención de celebrar los últimos días de soltero de Jack, pero entre copa y copa la gira de catación se convierte en un viaje hacia la más directa crisis de mediana edad. Este dúo desparejo pronto se encuentra ahogado en vino y mujeres (Virginia Madsen, Sandra Oh). Y progresivamente embriagados de Pinot Noir, sueños perdidos y ansiedad sobre el futuro, ambos inevitablemente se dan de frente con la realidad. Oscar al mejor guión adaptado, basado en una novela de Rex Pickett.
Comentario de Cartelera.com.uy
Ocho pasos para ser un catador de vinos *
La catación de vinos es un arte en sí mismo que combina experiencia, conocimiento y un uso refinado de los tres sentidos involucrados: la vista, el olfato y el gusto. Si bien puede tomar muchos años de práctica el reconocer ciertos vinos y su región de origen solamente por su sabor, una vez que uno conoce los pasos básicos el proceso puede ser muy disfrutable. Siempre hay que empezar por los vinos blancos, después rosados y finalmente los tintos.
1) Asegurate de no haber comido antes, ya que el sabor de la comida puede alterar la experiencia de catación. Si estás mascando chicle, escupilo inmediatamente.
Hay que llegar con la cabeza abierta para sorprenderse. Uno nunca sabe realmente con qué se va a encontrar cuando descorcha una botella. Lo mismo pasa, a veces, con el cine. Conociendo la obra de Alexander Payne (Citizen Ruth, Election, About Schmidt) uno sabe que va a haber humor, personajes más o menos desesperados, algunos perdedores y una visión descarnada del sueño americano, donde generalmente hay mucha más soledad y frustración de la que suelen vender los avisos publicitarios made in USA (o sea, ninguna). Pero sobre todo, uno debería quitarse los prejuicios de encima; ¿una película sobre dos amigos que salen de gira de catación de vinos? Si, ¿por qué no? Vámonos de gira con ellos.
2) Asegurate de que tu copa esté limpia, seca, y que no haya sido lavada con detergente, lo cual puede alterar el aroma y sabor del vino. Llenala en un tercio, ni más ni menos.
El comienzo promete una comedia ágil y divertida. La química y el contraste entre estos dos cuarentones ofrecen varios momentos regocijantes. Mientras Miles (Paul Giamatti) es un escritor frustrado que ya lleva dos años de depresión oficial, Jack (Thomas Haden Church) es un actor de segunda que está a punto de casarse y sólo pretende un poco de diversión (léase sexo) antes del día de la boda. Obviamente, Miles no está ni ahí con conocer mujeres, ni siquiera con corresponder el interés que le demuestra Maia (Virginia Madsen), una mesera que sabe casi tanto de vinos como él.
3) Sostené la copa a un ángulo de 45 grados y examiná el vino a contraluz; fijate en su color y claridad. Los vinos blancos jóvenes deberían verse de un color verdoso, y a medida que envejecen se convierten en un dorado oscuro o incluso marrón. Los tintos son de un rojo púrpura oscuro, y cuando envejecen pueden volverse de un más ligero color ladrillo a marrón. El vino debería ser claro y brillante, no turbio o brumoso.
La amistad entre estos dos tipos redondea un inteligente y agridulce retrato de eso que llaman “crisis de la mediana edad”. Se supone que cuando los hombres llegan a los cuarenta pasa una de dos cosas: o bien se replantean el desastre en que se han convertido sus vidas, o bien salen a la caza de cuanta presa sexual se encuentren en el camino, aún cuando no se puedan poner demasiado exigentes como si fueran veinteañeros. Cosas de la maduración, es de suponer.
4) Hacé girar la copa. Observá el cuerpo del vino y buscá si tiene “buenas piernas” (lágrimas que pueden adherirse al cristal cuando el vino se asienta en el fondo), lo que puede indicar un cuerpo más grueso y un mayor contenido de alcohol o de azúcar. Al hacer girar la copa también liberamos el aroma del vino, o "bouquet."
Entre vuelta y vuelta los guionistas Alexander Payne y Jim Taylor, trabajando sobre una novela autobiográfica (e inédita al momento de filmar la película) de Rex Pickett, sacan a relucir otras facetas, un poco más amargas: el estancamiento emocional que puede provocar una ruptura, la negativa a madurar y asumir el resto de la vida de uno, la corteza emocional que cubre las relaciones con quienes nos rodean. Y algunos momentos se tiñen de amargura, como la visita sorpresa de Miles a casa de su madre, o esa embriagada llamada telefónica que uno, cuando recupere la sobriedad, querría olvidar.
5) Ahora meté tu nariz dentro de la copa (no tengas miedo de hacerlo) y olfateá el vino de manera profunda aunque delicada. Al aroma de un vino se lo conoce como su “nariz”. Contemplá la condición (gentil, mohoso, terroso), intensidad (débil o fuerte) y carácter (frutal o floral) del aroma. Tu nariz es más sensible que tu boca, y puede retener las sutilezas. Por lo tanto, pasá todo el tiempo que sea necesario determinando las características del aroma.
Y entre vetas amargas también se escapan otras más agradables, que nos revelan por qué, a veces, saborear un buen vino puede llegar a ser un momento que haga que la vida valga la pena. Casi sin aviso, todo este asunto del vino se convierte en un reflejo de lo que somos las personas y de lo que tenemos entre manos. Virginia Madsen explica con gran delicadeza y poesía por qué le agradan los vinos (“me gusta pensar en toda la gente que lo cuidó, que recogió las uvas, y si es lo suficientemente viejo, cuántos de ellos deben estar muertos ahora”), y la película se cubre de una cuota de emoción quizá inesperada, pero no del todo imprevisible. Eso sí, bienvenida.
6) Al sabor del vino se le conoce como su “paladar”, lo cual estás a punto de determinar. Tomá un pequeño sorbo y dejá que el vino llegue a cada rincón de tu boca, cubriendo todas tus glándulas gustativas. Que no te de vergüenza hacer unos buches como si estuvieras usando un enjuague bucal. Chequeá la dulzura o sequedad, la acidez, el tanino, el peso o cuerpo y la fruta.
Conservar toda la gama de sabores es lo mejor que uno puede hacer, sin desechar ni uno solo. Y descubrir todos los ingredientes que lo hacen único. Este film tiene el ritmo perfecto, la música perfecta (de Rolfe Kent), la fotografía perfecta (de Phedon Papamichael) y las actuaciones perfectas para lograr casi dos horas de un goce total. Paul Giamatti sigue demostrando por qué es uno de los mejores actores de Estados Unidos, aunque nadie lo conozca; su perfecto balance entre neurosis y necesidad convierte a Miles en uno de los mejores personajes del año. Thomas Haden Church es absolutamente increíble; uno sólo puede preguntarse por qué recién ahora un director se dio cuenta. Virginia Madsen hace algo parecido a lo que Elisabeth Shue en Adiós a Las Vegas; tras años de bajo perfil y papeles mediocres, se revela como una gran actriz capaz de dejar una huella en el espectador. Y Sandra Oh (Bajo el sol de Toscana) –que fuera de la pantalla es compañera de Payne- simplemente está a la altura. Los cuatro constituyen un elenco sólido.
7) Usá tu escupidera para desechar el vino de tu boca, así ésta puede apreciar el sabor residual. O tragá, si estás buscando secretamente marearte un poco.
Una experiencia así no se da todos los días. Yo me serviría otra copa y trataría de volver a disfrutar de los mismos sabores. Seguro que surgirían otras vetas que estaban esperando para sorprendernos.
8) Tomate un momento y pensá acerca de la experiencia, incluyendo tus primeras impresiones, los sabores que sentiste mientras estaba en tu boca, y el que permaneció después. Anotá estas impresiones.
* Extraído del sitio web oficial de la película.
Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy