Ficción (2006)

Ficción (2006)

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  • Titulo original: Ficció
  • Dirección: Cesc Gay
  • Género: Drama romántico
  • Protagonistas: Eduard Fernández - Javier Cámara
  • País: España Año: 2006
  • Duracion: 107'
  • Elenco: Montse Germán - Carmen Pla - Ágata Roca
  • IMBD
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Ficha

Resumen

Alex (Eduard Fernández) es director de cine y está intentando terminar el guión de su próxima película. Con esa excusa decide alejarse unos días de su mujer y sus hijos e instalarse en la casa de un amigo en un pequeño pueblo de montaña. Allí conocerá a Mónica (Montse Germán), una violinista que se encuentra de vacaciones...

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Trailer

Comentario de Cartelera.com.uy

En pocas palabras…: Es una película un poco triste, íntima y también esperanzadora, como lo es cualquier historia de amor, sobre todo si es impredecible. Estupendo elenco.


A mitad de camino


El catalán Cesc Gay debe ser, junto con Fernando León de Aranoa (Los Lunes al Sol, Princesas), el más interesante representante de un cine español de autor. Y conste que dejo de lado a Pedro Almodóvar y a Alejandro Amenábar, básicamente porque hacen un cine más masivo y por ello mismo más “industrial”, aunque les pese, y no necesariamente porque sus películas sean menos interesantes. En todo caso, son otra cosa. Las de Gay y León de Aranoa tienen más en común; son más chiquitas, más íntimas, y suelen ser más entrañables. Y los dos lidian con problemas que suelen aquejar en la vida real a la gente común. Pero si el director de Los Lunes al Sol se concentra sobre todo en personajes de clase trabajadora, víctimas de problemas sociales como la marginación o el desempleo, los personajes de Gay (Barcelona, 1967) suelen tener la vida más resuelta, por lo menos desde un punto de vista estrictamente profesional o económico. Tanto los adolescentes conflictuados de Krámpack (2000) como los treintañeros largos de En la Ciudad (2003) lo que enfrentan son insatisfacciones varias a nivel afectivo, deseos reprimidos o dudas existenciales sobre los caminos que han tomado –o que están a punto de tomar- en materia de relaciones personales.



Ficción insiste con esos mismos temas, con el mismo tipo de personajes. Es como si el director hubiese tomado a uno de los protagonistas de En la Ciudad y lo hubiese sacado de contexto (de la ciudad, concretamente) para continuar su historia ahora sí individual, sin distracciones. Ficción es una película con protagonista único, y sin ser exactamente una autobiografía hay mucho del propio Gay en Alex, el personaje encarnado por ese estupendo actor que es Eduard Fernández (Goya al mejor actor de reparto precisamente por En la Ciudad). Para empezar, el hombre también es director de cine y guionista, y ha dejado Barcelona para instalarse unos días en casa de su amigo Santi (el inefable Javier Cámara) en la montaña, con la intención de poder terminar el guión de su próxima película. Y como Gay, el director de la ficción también ha formado una familia y se encuentra en la mitad de su vida, igual que el personaje sobre el que Alex está escribiendo, que tiene 39 años y se replantea muchas cosas justo el día de su cumpleaños. “A mitad de camino, como nosotros”, acota Mónica, una violinista de vacaciones amiga de una amiga en común, que escucha atentamente lo que Alex cuenta. “Digo, esa edad en la que miras para atrás, miras para adelante”… Y no hace falta agregar más. Alex sabe exactamente de lo que ella está hablando, y ella sabe exactamente de lo que Alex está escribiendo.



El tema es que Mónica es una mujer demasiado interesante como para que a Alex no le pase algo con ella. Al igual que él, ella también tiene pareja, si bien desde hace mucho menos tiempo, y aunque todavía no posee una familia establecida lo cierto es que está en proceso de armarla, adopción mediante. Ficción es entonces una historia de amor, aunque sin grandes declaraciones románticas, sin grandes decisiones que alteren el curso de sus vidas; más bien se trata de una de esas historias de amor parecidas a la ficción, a las que a veces renunciamos porque estamos inmersos en otras historias de amor en la vida real –por más problemáticas, previsibles o desgastadas que parezcan. O simplemente porque hemos asumido demasiadas responsabilidades de adultos como para volver a comportarnos como los adolescentes de Krámpack.

La película transcurre así entre cenas regadas por buenos vinos, paseos al aire libre y visitas a viejas iglesias de pueblo; y conversaciones más o menos banales, miradas y silencios mucho más reveladores que millones de palabras. Es una película un poco triste, íntima y también esperanzadora, como lo es cualquier historia de amor, sobre todo si es impredecible. Porque como dice Mónica (Montse Germán, una revelación) en la última escena de la película: “Está bueno enamorarse de alguien de vez en cuando, ¿no? ¿Sino, qué?”


Por Enrique Buchichio para Cartelera.com.uy

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