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Ficha

Resumen

Javier (Alfonso Tort) y Valeria (Julieta Zylberberg) son una pareja que hace años busca tener un hijo que no llega. Un día aparece Camila, una compañera de trabajo de Javier, para contarle que está embarazada de él. Javier queda atrapado en un conflicto que pone a prueba sus valores, su sentido de la responsabilidad y que, con el paso de los días, dinamita su existencia y su vida de pareja.

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Comentario de Cartelera.com.uy

La vida incidente

 

El argentino Ariel Rotter no es un cineasta con una vasta obra. Desde su último trabajo, la excelente La luz incidente, han pasado ya casi nueve años. Lo primero que hay que decir es que es una verdadera lástima que Rotter no sea más prolífico ya que sus trabajos profundos, elegantes, que entretienen y emocionan sin caer en golpes bajos, sin duda valen mucho la pena.

 

Aquí estamos ante una pareja, Valeria y Javier, que rondan los 40 años y que están en dos búsquedas a la vez: la de una casa con jardín y especialmente la de ser padres, cosa que se les ha venido negando a pesar de intentos y tratamientos varios. La anécdota se dispara cuando Javier recibe la noticia que lo será fruto de una relación ocasional que mantuvo con una compañera de trabajo. En una escena de verdad conmovedora y de notable construcción dramática se lo cuenta aún en estado de shock a su pareja, lo que traerá aparejado una previsible y profunda crisis entre ambos.

 

A partir de ese momento, el guion del propio Rotter – con mucho de su propia historia de vida según el mismo lo ha dicho – junto a Federico Pinto, se las ingenia para, de buena manera, insertar esa crisis de pareja en otros aspectos de la vida de ambos, en la de Javier en especial. Al separarse de Valeria y al irse a vivir con su padre, se explora un vínculo pasado y presente que lejos está de limitarse a una simple y mera convivencia. Por otro lado, su trabajo como editor literario en un medio periodístico también empieza a complicarse, ya que la llegada de una nueva supervisora trae consigo la amenaza de una restructura con la consiguiente reducción laboral. Estos aspectos fundamentales de la vida de Javier son contados sin estridencias ni golpes bajos, y en especial la crisis de pareja se plantea con realismo, con naturalidad y hasta podría decirse que la tragicomedia entrañable es el tono que mejor la define.

 

En el cuarto final, los conflictos se vinculan, los traumas del pasado juegan de manera importante y la cuidada puesta en escena, habitual en el cine de Rotter, agrega belleza formal a la ya de por sí atrayente historia.

 

El elenco es otro bastión del filme. El uruguayo Alfonso Tort le da a su Javier lo que ya es habitual en sus trabajos: credibilidad, realismo y talento. Julieta Zylberberg compone de manera exquisita su personaje y en los secundarios se destacan el gran Norman Briski como el padre de Javier, Susana Pampín como la directora temible y el también uruguayo Néstor Guzzini como un supervisor demasiado atento a esa nueva jefa.

 

Un pájaro azul es una película realista y entrañable, que nos enfrenta a costados muchas veces no reconocidos. Asumirlos o no puede llegar a ser decisivo. También es una película linda, en el más amplio sentido de la palabra. 

 

Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy