Life of Pi: una aventura extraordinaria
Ficha
- Titulo original: Life of Pi
- Dirección: Ang Lee
- Género: Drama-Aventura
- Protagonistas: Suraj Sharma - Irrfan Khan
- País: Estados Unidos-China Año: 2012
- Duracion: 2h07'
- Elenco: Adil Hussain - Tabu - Rafe Spall - Gérard Depardieu
- Sitio oficial IMBD
- Disponible en:
- Tipo: Película
Ficha
Resumen
La nueva película de Ang Lee (El tigre y el dragón, Secreto en la montaña) narra la increíble historia de Piscine Molitor Patel, más conocido como Pi. Criado en India e hijo del dueño de un zoológico, Pi se enfrenta a un cambio radical en su vida cuando el barco que lo lleva a Canadá junto a su familia naufraga en medio de una tormenta, dejando al joven a la deriva, en medio del Océano Pacífico, a bordo de un bote y con la única compañía de Richard Parker, un feroz tigre. Conforme aprenden a coexistir, Richard Parker se convierte en la mejor esperanza de Pi en su viaje por encontrar una manera de llegar a casa.
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Trailer
Comentario de Cartelera.com.uy
En pocas palabras...: Es una película de aventuras, pero está lejos de ser sólo una película de aventuras; es una fábula con una clara postura filosófica y religiosa, pero también está muy lejos de agotarse en eso.
El arca de Pi, naturaleza y espíritu
El director taiwanés Ang Lee explora esta vez uno de los mayores misterios que rodea a la humanidad desde que el mundo es mundo: la fe religiosa. Su obra - en la cual sobresalen puntos altos como Sensatez y sentimientos (1995), El tigre y el dragón (2000) o la película que le valió el Oscar como mejor director, Secreto en la montaña (2005) - tiene como sello distintivo el abordar las distintas historias desde un marco visual y narrativo con claros y precisos toques de poesía y refinamiento. Life of Pi no es la excepción.
Pi, el personaje central de este filme basado en la novela de Yann Martel, es un niño y luego joven indio que, desde edades tempranas, adhiere casi al mismo tiempo al budismo, al catolicismo y al islamismo. Esa original conjunción de creencias, que ya denotaba una profunda vida espiritual, será decisiva para sortear con éxito las duras alternativas que el futuro le pondrá en su camino. El centro de esas adversidades y de la película misma será a partir del momento en que el barco que lo trasladaba junto a su familia - y a los animales pertenecientes a un zoológico propiedad de su padre - naufraga tras una gran tormenta.
Los únicos sobrevivientes de la tragedia serán Pi, un orangután, una cebra, una hiena y un tigre de Bengala llamado Richard Parker. Este feroz animal será el único y no muy cordial compañero que el joven con nombre matemático tendrá durante 227 días, a bordo de un destartalado bote en medio del Océano Pacífico. Vale aclarar que la relación entre fiera y adolescente no será lo edulcorada que vemos a menudo en el cine. Por el contrario, el animal manifestará toda su "animalidad" y tratará de cualquier manera de saciar sus instintos más primitivos, en especial el hambre.
Con estos elementos sobre la mesa, bien podría pensarse que la película es unas cuantas cosas que no es. O mejor dicho, que no sólo es. Es una película de aventuras, pero está lejos de ser sólo una película de aventuras; es una fábula con una clara postura filosófica y religiosa, pero también está muy lejos de agotarse en eso. Justamente, hay una gran mano de Lee en aunar de buena forma lo trascendente y lo épico. También hay mérito en articular la historia de tal manera que, a pesar de las más de dos horas de duración, en ningún momento decae el interés.
Para que esto suceda, es de vital importancia la majestuosidad e imponencia visual de la que el filme hace gala y que casi hipnotiza desde la pantalla. Los efectos especiales - el tigre, por ejemplo, es una creación digital -, un buen aprovechamiento de la tercera dimensión y, en especial, una fotografía de ensueño a cargo del chileno Claudio Miranda (que ya diera muestras de su talento en El curioso caso de Benjamin Button, por la que estuvo nominado al Oscar en 2009), realzan la belleza de escenas - aún en situaciones harto dramáticas - que no creo exagerar al decir que entrarán en la mejor historia del cine. Es en ese marco que aparecen temas como el perdón, el castigo, la solidaridad y hasta el miedo como motor para no abandonarnos a nuestra peor suerte. Si bien es notorio el tono religioso y trascendental, en ningún momento se subestiman las decisiones y opciones básicas del ser humano.
Otro punto de interés está en la labor del elenco. El personaje de Pi es interpretado por cuatro actores diferentes. Entre la corrección general, el destaque del adolescente Suraj Sharma es notorio en un verdadero tour de force. Y qué decir de Irrfan Khan, un gran actor indio que - entre otros trabajos - dio vida al entrañable Ashoke Gauguli en El buen nombre (2006), una magnífica película de Mira Nair, y que aquí tiene a su cargo el rol de Pi en su adultez. De la misma forma, es muy disfrutable una breve aparición de Gérard Depardieu en un cameo hecho a su medida.
Está claro que lo reseñado ya nos habla de un filme importante y que no pasa desapercibido. Eso sí, luego que la película termina, y cuando el impacto sensorial va dejando espacio a la reflexión - y vaya que este filme la genera - hay algunos detalles que, al menos, pueden ser discutibles en cuanto a su resolución. Por ejemplo, alguna vuelta de tuerca que oscurece más de lo que aclara, y que al menos asoma como más apresurada que efectiva. Y por qué no, lo que pueda inferir que una historia que pretende - y en general logra - abordar profundamente temas trascendentes en cuanto a lo espiritual, luzca sus mejores galas en lo visual y cibernético.
Por otro lado, también me cuestiono que quizás - y seguramente - lo mejor sea dejar esas veleidades críticas de lado, y no boicotearse el disfrute que provoca una película original, entretenida y que, en el marco de bellezas varias, pregunta, nos pregunta y nos invita a pensar detenidamente en la respuesta.
Por Pablo Delucis para Cartelera.com.uy